sábado, 5 de febrero de 2011

Elyn Alosen

Últimamente me ha estado dando por volver a uno de mis actividades favoritas, la escritura, hacía tiempo que no me ponía a escribir algo, el otro día quise compartir con vosotros la historia de Falcarius, de la que espero escribir muchas más páginas y quizás, quien sabe, llegar a llenar un libro jeje.

En esta ocasión quiero compartir con vosotros una pequeña historia que es el transfondo de una elfa llamada Elyn Alosen que fue un PJ que llevé hace tiempo, y que dejé por cambio de master, dejar de jugar... esas cosas que suelen pasar.

Que lo disfrutéis:

Elyn, Elyn Alosen es su nombre, la residencia de esta elfa está situada en el recóndito país de Calimshan en unos bosques cercanos a un pequeño pueblo, pero eso es ahora. Durante casi la totalidad de su vida (aproximadamente 90 años humanos) estuvo viviendo en un poblado élfico del que no quiere recordar el nombre ni el lugar.

Creció en comunión con la naturaleza, aprendiendo a escuchar a los animales y a seguir las huellas y pisadas de los intrusos en su bosque, siguiendo unas huellas estaba cuando topó con él, un elfo fuerte, alegre y muy hermoso, quedó prendida de su belleza al instante, el nombre ahora no importa ya, sólo importa lo que pasó justo al final, tuvieron una relación que perduró durante casi dos años, la mayor parte de ese tiempo lo pasaron enlazados en sus cuerpos y excluyendo sus obligaciones.

Hasta aquél día, habían quedado en una cascada oculta entre las rocas de una montaña, era por la mañana, y él no aparecía, se estaba dando un baño en las cristalinas aguas cuando, al levantar la cabeza lo escuchó, gritos, ruidos de pelea, y vio humo. No lo pensó, salió del agua y desnuda como estaba, corrió por el bosque en dirección a su poblado, y cuando llegó, se encontró con un caos, sus compañeros, sus familiares, amigos, vecinos, estaban todos muertos, una horda de orcos se había apoderado del lugar matando a todos sus habitantes… un escalofrío le recorrió la espalda cuando se fijó en quien estaba comandando a los orcos, era él… su amante hasta ahora, su presa desde entonces.

Volvió a la cascada a por sus cosas, la ropa y su fiel arco, un regalo de su padre cuando cumplió la mayoría de edad, casi tan grande como ella, fuerte y potente, tallado con la delicadeza que sólo un maestro artesano elfo es capaz de transmitir a un trozo de madera mientras le da la fuerza y rigidez de un arma mortal y con esmero graba runas que la dotan de magia, desde que su padre se lo hizo y regaló, jamás se ha apartado de él.

Volvió de noche al poblado, ahora destrozado, y allí seguían los orcos, pero no pudo encontrar al Traidor, una furia salvaje la envolvió, y con un grito de odio, empezó a disparar contra todos y cada uno de los orcos que allí estaban, muchos cayeron atravesados por sus flechas mientras el odio se apoderaba de ella. Cuando dos de los repugnantes seres fueron a por Elyn se deshizo de ellos matándolos con sus propias manos y haciéndose con las armas que estos portaban empezó a matar uno a uno a los monstruos que aún estaban vivos, y que se dispersaban en todas direcciones por el bosque, por SU bosque. Al amanecer el brillo del sol descubrió un lugar lleno de muerte y caos, y una elfa destrozada de dolor en el epicentro del lugar.

Corrió cuanto pudo para alejarse de allí, corrió todo lo que sus piernas pudieron aguantar antes de fallarle y caer de rodillas ante el lecho de un río, llorando.

Ese día se juró que no descansaría hasta encontrarlo y darle la muerte lenta, dolorosa y agónica que un ser tan despreciable merece.

Desde entonces, desprecia y odia a todo varón sea cual sea su raza.

Vagó durante mucho tiempo buscándolo, pero perdió su rastro hace un par de años en una ciudad costera, aunque sigue buscándolo allá donde sus pasos, y los designios de Melora, la lleven.

Ahora se siente a gusto aquí, solitaria como es, disfruta cazando inmundas bestias en este sombrío bosque, de vez en cuando encuentra restos de una civilización élfica que pobló el lugar hace tiempo, pero lo único que sabe de ello es que el norte es un lugar al que no se debe ir.

Se gana la vida vendiendo pieles y reactivos extraídos de sus presas en un poblado cercano, del que no sabe ni le importa mucho más.

Actualización: debido a un pequeño problema al copiar el texto del pdf en el que lo tenía guardado, he pasado por alto que no se había realizado correctamente, creo haber arreglado todos los fallos, de todas formas si encontráis alguno hacérmelo saber y lo corrijo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario