Sí, juego a Dragones y Mazmorras (Dungeons & Dragons) cuarta edición. Me parece una gran edición, demasiado orientada a combate, es cierto, pero el factor social lo ponen los jugadores, por lo que se combatirá o interpretará según quiera el grupo.
Actualmente formo parte de un grupo de cinco personas, DM, un pícaro humano, un señor de la guerra genasí de agua, un bárbaro goliat y yo un paladín dracónido.
El anterior grupo se rompió por varias razones, echo de menos a mi elfa exploradora con su +11 a sigilo y su arco d12. Pero bueno, los paladines también molan.
Sólo hemos jugado una vez el grupo nuevo, y dos de ellos (el pícaro y el bárbaro) nunca habían jugado a d&d, por lo que es pronto para decir nada sobre cómo interpretamos, aunque puedo adelantar que a uno de ellos le encanta amasar oro.
La aventura consistió en acudir a un castillo, y de allí, con una misión, dirigirnos a un pueblo acosado por kobolds y con un elfo traidor que resucitó a los muertos del cementerio local, afortunadamente, no fue nada que no pudiéramos controlar (aunque lo del cementerio casi le cuesta la vida a alguno, menos mal que mi paladín cura). ¡Oh! también tuvimos que rescatar a un arqueólogo que se vio acosado por kobolds y algún bicho más.
Ahora nos toca adentrarnos en las ruinas de un castillo y averiguar que está pasando, y por qué están acosando al pueblo.
A ver qué tal se nos da. Yo estoy creando una aventura, que es posible que publique en forma de página en este blog.
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