Bueno, pues parece que el cauce natural del rol vuelve a su curso normal en mi vida, bueno la verdad es que no, dado que hay muchos cambios, pero lo más importante es que volveré a jugar a rol con asiduidad y eso me agrada mucho :)
Por de primeras el grupo de rol con el que me reuní el lunes pasado, en principio prosigue lo cual es una buena noticia, a ver cómo se les da este lunes en el que empiezan las aventuras.
Y mi dracónido paladín vuelve del limbo de los pjs para servir a su dios a lo largo de Faerûn. Mi querida exploradora elfa no lo ha conseguido y el que hacía de máster ha dimitido, no sólo de ese cometido, si no del grupo de rol en general, y, voy a ser sincero, me alegro.
Como máster, ignoraba completamente a los jugadores centrándose en su historia malamente inventada, puesto desde que cogió la batuta de dirigir el grupo, lo único que hacía era adentrarnos en una gruta inverosímil en forma de laberinto que no tenía ni pies ni cabeza, no perdón, no tenía forma de laberinto, era un laberinto de verdad, cosa que para ser la madriguera de un conejo semi-dios (sí esa cara que acabas de poner es la nuestra cuando nos lo dijo), era bastante incoherente. Pero no sólo eso, si no que cada vez había más y más y más encuentros, cada uno más difícil al anterior, atacándonos por sorpresa desde todas direcciones ignorando completamente la altísima percepción de mi exploradora y del personaje de otro jugador, en un erial, un grupo de wargos no pueden pasar inadvertidos a una elfa con percepción +12 activa o +22 en percepción pasiva, eso por poner un ejemplo. Como he dicho un completo sin sentido todas sus ocurrencias, ¡ah! también había una guerra de dioses, no de dioses buenos contra malignos, cosa que en el universo de D&D ocurre frecuentemente, si no entre todos ellos con todos ellos y todo porque nos hicimos con un manual en el que se ampliaba el panteón del manual del jugador uno. Como idea puede estar bien, pero no es algo que ocurriría en ese mundo.
Lo más gracioso, es que cuando era preguntado por la experiencia adquirida tras tantísimos combates casi seguidos, ¡su respuesta era que no le interesaba! ¿que no le interesaba la experiencia? ¿en un juego basado en adquirir niveles para adquirir más y mejores poderes no le interesa la experiencia de los jugadores a los que dirige? Sinceramente, compañero, eso es ser un máster completamente pésimo, y no, no quiero volver a ser dirigido por ti nunca más.
Pasemos a su forma de jugar, si como máster está rayando la incompetencia, como jugador está rayando la locura, me explico, cuando empezamos a jugar, hace más de año y medio, él se hizo una clériga (creo que humana), un personaje con el que al principio lo único que hacía era esconderse en cuanto veía algún peligro potencial, conforme fue adquiriendo poderes y niveles, se fue envalentonando más y siendo un personaje competente y necesario para el grupo. Pero ese personaje murió, y desde ese preciso momento, cualquier personaje nuevo que se hacía pasó a ser un asesino psicópata cuya única motivación era hacer el imbécil y es que no se tomó en serio ninguno. Tuvo un pícaro bugbear adicto a la miel, los bugbear en realidad son unos monstruos que aparecen en el manual de monstruos, son de tamaño mediano rozando el grande, y son caóticos malignos, él decía que su bugbear era bueno, claro que para él bueno, era ir a una granja robar la miel (esto ya es de caótico), matar al apicultor y a toda su familia (maligno hasta decir basta), y quedarse con la granja (más caótico), conclusión era un bugbear caótico maligno manejado por alguien que no se tomaba en serio absolutamente nada, y siguió haciendo eso con todos sus personajes, otra de las motivaciones de todos sus personajes era quedarse con el oro que encontraba, da igual que lo hubiera cogido de un cofre tras haber contribuido con el grupo a matar a un monstruo, si él lo encontraba él se lo quedaba. Y una cosa que jamás le perdonaré es haberme robado todo mi oro, cuando mi elfa murió la primera vez (en esa ocasión el no dirigía, era una psicópata deva invocadora con delirios de grandeza)
Él se separó del grupo antes de que el grupo se separara de él y me alegro.
Que a gusto me he quedado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario