Tras el descanso... más diversión

Y el Paladín Dracónido volvió al limbo de los PJs y es que el que hacía de máster sucumbió al cansancio y al abarcar más de lo que se puede, pues intentó dirigir él solo a dos grupos en D&D y a uno de La leyenda de los cinco anillos y explotó (yo también hubiese explotado, por mucho que me guste dirigir) explotó en el sentido de que se vio desbordado por todas partes a la hora de llevar los tres grupos. Creo que canceló uno de los de D&D, el otro me lo pasó a mi y sigue con el de La leyenda.

Por lo tanto la cosa está así, volvemos a jugar a rol y el grupo es dirigido por mi.

Me gusta dirigir, creo que no se me da mal, intento ser justo, pero también que los jugadores no intenten hacer de las suyas, en cuanto a querer cargarse pnj o reventar la aventura. Creo que las pruebas tanto de rol como de combate que introduzco son lo suficientemente duras para que el grupo se una y piense y actúe como uno, pero que si lo hacen bien el resultado será gratificante :)

Llevamos dos jornadas jugando, la aventura es la misma que empecé con el grupo de Gijón, aunque en dos sesiones estos ya han hecho más de lo que habían hecho los de Gijón.

Empezaron de noche en la ciudad (a la que he llamado Selivar), intentaron ir a un burdel, el más caro y lujoso de toda la ciudad, llamado "El Calor de Selivar", demasiado caro por los servicios que buscaban. Luego la explosión, lucharon contra zombis y esqueletos y los echaron de la ciudad. A la mañana siguiente fueron requeridos para darles la misión de encontrar al culpable, y para allí se marcharon, fueron por el camino viejo, y allí les asaltaron unos bandidos que después de un duro combate fueron derrotados. Después del combate se dieron cuenta de que los bandidos llevaban un distintivo en sus armas, el mismo distintivo que había en la flecha que atravesaba la garganta de uno de ellos cuando intentaba huir.

Siguiendo el camino llegaron a la posada "La Llave" donde un fantasioso posadero enano estaba relatando cómo había acabado con un dragón el solo gracias a la ayuda de una esfera explosiva.

La aventura quedó aquí debido principalmente a dos cosas, la primera que era un sitio perfecto para que entraran dos jugadores que faltaban y la segunda, que los acontecimientos que iban a ocurrir en la posada probablemente durarían una sesión entera.

Y así fue, con la ausencia de uno de los jugadores de la anterior partida, el que ocupaba rol de líder en combate, el grupo empezó la aventura, afortunadamente se les unió un bárbaro goliat, al que el enano echó de la taberna por querer pelearse con todo dios, y una maga eladrín.

Era de noche, y la taberna estaba en calma cuando ocurrió. Todos dormían en el piso superior, el local se encontraba cerrado y el hogar apagado, cuando una alarma de campana saltó, una alarma oculta en el soporte del bien más preciado del tabernero, recuerdo de su vida pasada como aventurero, cuando las aventuras que contaba eran ciertas y el tiempo no había hecho mella en su espíritu, demasiadas muertes en vano se repetía siempre. Se levantó casi de un salto de la cama blandiendo dos martillos en sus manos, cuando salió de su habitación, situada en el piso bajo enfrente del de la camarera (hija de uno de sus compañeros muertos a quien prometió cuidarla mientras este moría envenenado entre sus brazos), vio como dos bandidos portaban a la muchacha maniatada y amordazada fuera de la taberna, con los dos martillos alzados corrió contra los asaltantes que se la llevaban, pero le esperaban más en la sala común, haciendo acopio de sus fuerzas y experiencias saltó sobre uno de los bandidos a la vez que le atacaba con los martillos y los hundía en sus sienes, el atracador cayó de espaldas, ya muerto, con un enano encendido de rabia sobre él.

En estos momentos los aventureros bajaron las escaleras y se encontraron con la pelea, el enano enfrentándose cuerpo a cuerpo a dos humanos mientras otros dos apostados cerca de las escaleras de bajada a una distancia prudencial del tabernero, le atacaban lanzándole dagas, un tercero estaba cubriendo la puerta de la entrada. Sin muchas vacilaciones los héroes atacaron a los bandidos que de pronto se vieron desbordados, la maga usando su magia atacaba a varios a la vez, el drow y el pícaro buscaban el punto flaco de los bandidos mientras les atacaban y entraban en combate. El goliat apareció por la puerta de entrada blandiendo su gran hacha y luchó y mató al bandido de la entrada.

Terminaron con los asaltantes, y mientras el enano les preparaba un desayuno rápido, les contaba lo que había ocurrido y les pedía que le ayudaran, que rescataran a la chica y si podían le trajeran su hacha doble.

El rastro se enfriaba cuando se pusieron en marcha y el goliat confiando en sus dotes de rastreo condujo al grupo tras la supuesta pista de los bandidos hacia el bosque, en ello estaban cuando encontraron unas huellas recientes en la nieve, que tras comprobarlo poniendo un pie en una de ellas, se dieron cuenta que eran las suyas, el goliat estaba perdido y les había echo dar vueltas. Entonces el drow se dio cuenta que había un ligero rastro sobre la nieve que se perdía tras unos matorrales, apartaron los matorrales y se encontraron con un estrecho camino serpenteante rodeado de maleza que se internaba en el bosque.

Con el pícaro delante para buscar posibles trampas y en fila de a uno, los héroes avanzaron por el sendero, una voz de alto detuvo al grupo cuando el pícaro descubrió entre la maleza el mecanismo de una trampa. La intentó desactivar, la primera vez que lo intentó cortó un resorte equivocado del mecanismo, y aunque él no lo sabía, salvo un alarde de destreza con las herramientas de desactivación, si seguía manipulando el disparador de la trampa esta saltaría, cosa que ocurrió. Una densa niebla verdosa invadió el lugar atrapándolos en su interior cuando la trampa saltó por la pésima manipulación del pícaro, la eladrín haciendo uso de su poder de raza logró teletransportarse a un lugar seguro y escapar, los otros miembros corrieron para evitar intoxicarse, cosa que lograron, siendo el pícaro el único que quedó inmerso en ella, desorientado, debilitado y asfixiado. Cuando la niebla se disipó encontraron su cuerpo inconsciente tirado en el suelo, afortunadamente, y tras varios intentos fallidos la maga con la ayuda del drow consiguió restablecerlo.

Siguieron avanzando y encontraron otra trampa, esta vez consistía en una placa de presión oculta en el suelo, se les ocurrió la idea de que el bárbaro lanzara una gran roca contra la placa para activar la trampa, y aunque el bárbaro es un bárbaro y como tal actúa, lograron convencerle de que era una buena idea y se prestó a lanzar la roca, y lo consiguió, con un afortunado tiro, la piedra cayó sobre la trampa haciendo que varias dagas cayeran con fuerza al suelo y chocaran con la roca.

Una vez que sortearon las adversidades que por el camino les aguardaban, llegaron al campamento de los bandidos.